Esta situación es extensiva a los padres de hijos de cualquier otro estados miembros de la Unión Europea que residan en España.
El progenitor extranjero de un menor de nacionalidad española o nacional de otro Estado miembro que se encuentre en España puede solicitar la tarjeta de residencia de familiar de ciudadano de la Unión. Así se instruye a las Oficinas de Extranjería de toda España por la Dirección General de Migraciones desde esta misma semana.
Se recoge de esta manera la doctrina Zhu y Chen del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en la práctica administrativa española que hasta el momento negaba tal posibilidad por entender que el hijo español o europeo que otorgaba el derecho a la residencia de sus padres era quien debía producir los medios económicos para el sostenimiento de aquéllos, cuestión que era ciertamente absurda. Con este proceder la única vía que podían tener los progenitores de un menor español era la de la residencia por circunstancias excepcionales en la modalidad de arraigo familiar.
Ésta opción permanece como alternativa para aquellos progenitores que no cumplan los requisitos que exige el Reglamento de Comunitarios (RD 240/2007), pero siempre podrán obtener la tarjeta de residencia de familiar de la UE en cuanto encuentren un trabajo y acrediten una cuantía de ingresos superiores a la importe que cada año fije la Ley de Presupuestos Generales del Estado para generar el derecho a recibir una prestación no contributiva.
Para obtener una residencia por arraigo familiar habrá que tener a cargo al menor y convivir con él o estar al corriente de las obligaciones paternofiliales. Esta residencia que será concedida por un año. En cambio, la tarjeta de residencia de familiar UE tendrá una vigencia de cinco años.
