La residencia de larga duración otorga el derecho a un extranjero a vivir y trabajar en España de forma indefinida, en las mismas condiciones que los españoles. La tarjeta de larga duración se tiene que renovar cada 5 años y esto requiere contar con la solicitud modelo EX – 17, copia y original del pasaporte vigente, tarjeta de larga duración caducada, fotografía del solicitante, empadronamiento, si existe cambio de residencia, y comprobante del abono de la tasa 790 código 012, la cual ha subido en 2022 a 21,87 euros.
Es importante saber que este trámite se realiza en las comisarías de policía de la provincia del domicilio del solicitante y se puede hacer hasta 60 días antes de la fecha de caducidad de la tarjeta o en los 90 días posteriores, aunque podrían sancionar al solicitante por hacerlo en este último periodo. Para ello es necesario gestionar una cita previa en la comisaría correspondiente y acudir el día de la cita con todos los documentos ya mencionados.
Sin embargo, esta autorización no se pierde porque no se renueve. Se extingue únicamente por los motivos que señala el reglamento de extranjería: A saber, fraude al haberla adquirido, expulsión, ausencia del territorio español por más de 12 meses, adquirir una residencia en otro Estado o perder la protección internacional si había sido concedido por otro Estado.
En consecuencia, la renovación de la residencia de larga duración es un trámite importante, pero no tan trascendental como la renovación de la residencia temporal que sí que se pierde por no realizarse en el tiempo reglamentario.